HERRAMIENTAS PARA NUESTROS PERROS
EL HALTI:
Bueno, hoy he decidido empezar a hablar sobre las herramientas que el mundo del perro nos ofrece para ellos y para nosotros.
En este post explicaré el uso y manejo del halti, que aunque parezca un bozal, no lo es.
Primero quiero decir que aunque yo lo uso y me parece un invento bastante eficiente no significa que ( como todo) a todos los perros les vaya a ir bien.
También me gustaría aclarar que aunque lo venden como una herramienta super positiva la verdad es que pienso que simplemente es una herramienta más, y como tal no es ni positiva ni negativa..o te va bien o te va mal con ella ( después de haber aprendido sobre su correcto uso evidentemente).
Funcionamiento. Físicamente, en la foto se deduce su funcionamiento.
Cuando el perro tira,
dado que la musculatura sobre la que acciona el punto de sujeción de la
correa es la del cuello, el tirón produce que su cabeza se acerque a
nosotros y el resto del cuerpo se separe.
Además, tiene un ligero
dinamismo de cierre en las tiras de la boca, lo que produce que haya una
pequeña comunicación positivo-negativo sobre la acción de tirar-no
tirar. Este movimiento, lejos de las sensaciones del tirón en un collar
estrangulador, también abre y cierra, y esto ayuda a un rápido
condicionamiento.
La tira inferior,
únicamente sirve para soportar la anilla de sujeción, y fijar el Halti a
su collar habitual (para que no se lo saque al traccionar hacia atrás).
Pros y contras. El collar Halti tiene, como todo, ventajas e inconvenientes.
Uno de las mayores
ventajas, es que es mucho más fácil conseguir la atención del perro con
ellos, además de no trabajar con fuerza física. El hecho de que el perro
no pueda tirar es importante, sobre todo porque cuando tira, su cabeza
se vuelve hacia nosotros. Por tanto, nos es muy sencillo captar su
atención.
Podemos aprovechar más
fácilmente las posibilidades de reforzar o comunicarnos, en especial en
perros adolescentes, con captación de atención más difícil.
Lo más importante, dejan
de tirar inmediatamente. O al menos, nos resulta mucho más fácil
controlarlos que antes, sobre todo con perros que entrañan mucha
dificultad en este sentido.
Uno de sus inconvenientes es que sus tiras pueden tender a producir rozaduras en perros sensibles de piel.
También les limita que
son incompatibles con el uso de correas extensible, tipo Flexi. Si el
perro llegase con velocidad al final de la correa, podría lesionarse en
el cuello. Cuidado con esto. No se puede usar ni con cuerdas largas, ni
con correas extensibles. Por lo demás, en un correcto uso, son muy
seguros y no se conocen lesiones más que en los supuestos que
detallamos.
Otro inconveniente,
motivación de la idea de escribir este artículo, es que requieren una
correcta habituación. Son muchos los compradores de estos collares que a
los pocos días desechan su uso, por no haberlos habituado
correctamente.
Habituación a su uso.
La duración de las fases depende de cada perro, pero podemos pasar a
una fase superior cuando comprobemos que su comportamiento ante el
material es natural y confiado.
Presentación del
material. Empiezo reforzando con pequeños trocitos de Frankfurt para que
el perro nos permita colocárselo. Le condiciono a que me coja un
pequeño premio a través de las tiras del Halti. Un par o tres de veces
al día, durante 4 o 5 días, dependiendo del perro. Enseguida empieza a
ser un juego para el perro.
Colocación sin correa.
Cuando ver el Halti y coger la comida notando las tiras en su hocico es
natural para él, se lo coloco únicamente en el momento en que el perro
come su ración diaria. Normalmente no pone problemas para soportar
llevarlo mientras come. De hecho, lo asocia al momento de comer y suelen
colaborar bastante a la tercera o cuarta repetición, al ponérselo para
comer. Inmediatamente que ha acabado de comer, lo quito. Este proceso
puede durar unos días más. También podemos aprovechar posteriormente a
ponerlo cuando juguemos con pelota o motivador, sin atarlo a la correa.
Así, progresivamente, intento que en ciertos momentos del día, sin
atarlo a ninguna correa, se acostumbre de forma natural, desde el primer
momento, a sentir la sensibilidad del collar, mientras efectúa
ejercicios positivos.
Habituación a la correa. La colocación
correcta, al principio, es la que veis en la foto. Entendemos que ya ha
pasado las fases en que es un problema colocárselo. Entendemos que en
este momento, llevarlo es algo natural para él. Si esto no es así,
deberemos trabajar aún en las dos fases anteriores, y si hemos de
comenzar de nuevo, podemos hacerlo. Este punto ha de estar claro antes
de enganchar a una correa la anilla de sujeción del Halti.
Evidentemente, nos será casi imprescindible comprar una correa de
adiestramiento, de las que llevan mosquetones en las dos puntas, y tiene
un largo de 1,80 o 2 metros.
En el caso de que el
perro tire, deberemos aguantarlo de la mano derecha, no vamos aún a
dejar que el Halti trabaje. Debemos estar un par de días aún, llevándolo
como siempre hemos hecho, del collar. Por tanto, nunca debemos en esta
fase dejar que la mano izquierda (la que soporta el Halti) se tense, es
imprescindible que la correa que soporta al Halti vaya siempre
destensada. Pasearemos por la calle de esta forma, con una pieza de la
correa en cada mano, y dejando que, cuando el perro no tira, sienta que
está llevado por el Halti, y cuando tira, lo soporta su collar de
siempre.
Con el paso de las
sesiones de práctica, poco a poco iremos trabajando más con el Halti y
menos con el collar (más con la mano izquierda y menos con la derecha), y
cuando el Halti deba actuar deteniendo al perro, aprovecharemos para
darle un refuerzo positivo (premio, trocito de Frankfurt, etc.). Aunque
parezca lo contrario, no estaremos reforzando que el perro tira,
estaremos reforzando que cuando el Halti actúa, sucede algo positivo.
Entendemos que en este punto, ya estamos suprimiendo casi totalmente el
trabajo con el collar (casi no hemos de accionar la mano derecha).
Poco
a poco, podremos conseguir que únicamente colocaremos la correa en la
anilla del Halti, y podemos pasear con él sin problemas, siempre
reforzando en los momentos en que lo creamos necesario, con algún
pequeño trocito de premio apetitoso.
En mi caso a Yuma le costo habituarse pero cuando lo logramos es una herramienta que bien usada es muy cómoda de usar y lo mas importante..da igual lo grande q sea el perro ya que al controlarle la cabeza lo controlas del todo.
Hasta el próximo post PataSIGNEROS ;)
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