No hay que hacer cambios sin pensarlo bien, los perros, la mayoría, no toleran bien los cambios de la alimentación. Es importante consultarle al veterinario sobre estos cambios ya que es el que mejor nos puede asesorar.
Ante la difícil situación económica que estamos atravesando casi todos necesitan reducir gastos, y el pienso de los perros no es una excepción.
En principio el grupo de perros que puede tolerar un cambio de pienso por otro de menor calidad es el de los adultos sanos. Nos referimos a perros entre 2 y 7 u 8 años de edad que no tengan ningún problema de salud ni sean usados para reproducción o competencia. En estos casos el cambio de alimento resultará seguramente en un pelo algo menos lustroso, un aumento leve del volumen de la materia fecal, pero no provocará un deterioro de la salud ni del estado general del animal. Esta es solo una generalidad; siempre que se decida hacer este cambio hay que observar al perro en el primer mes para ver si aparecen heces más blandas, gases, un aumento importante en la cantidad de materia fecal o del apetito, vómitos o comezón, todos estos signos de intolerancia al alimento.
En el otro extremo, la salud de los perros senior se encuentra en un equilibrio más inestable, por lo que una disminución en la calidad del alimento puede debilitar sus organismos y permitir que surjan problemas y enfermedades.
Si nos decidimos a cambiar de marca hay que hacerlo de manera gradual:
+ Los primeros tres días solamente le ofreces la comida "antigua".
+ Del día 4 al 6 le das un 25% de comida nueva y 75% de comida "antigua".
+ Del día 7 al 9 le das un 50% de comida nueva y un 50% de comida "antigua".
+ Del día 10 al 12 le das un 75% de comida nueva y un 25% de comida "antigua".
+ Del día 13 en adelante le das un 100% de comida nueva.
Si todo marcha sin ningún problema, habrás cambiado la alimentación de tu perro en dos semanas sin causarle alteraciones estomacales.
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