PATASIGNO


Educación canina básica, curiosidades y consejos del mundo del perro. Ocasionalmente hacemos vídeos en lengua de signos española

domingo, 6 de abril de 2014

Aprendizaje y condicionamiento II: Refuerzos y castigos

En el post anterior sobre aprendizaje y condicionamiento les hable de las claras diferencias entre los dos tipos de condicionamientos ( clásico y operante) que, son los usados en el aprendizaje del perro. En esta segunda parte hablaré sobre los refuerzos y los castigos, intentando ser igualmente amena que en el post anterior.
Definimos refuerzo como la consecuencia a una respuesta.
El refuerzo positivo es por tanto un refuerzo placentero que aumenta la posibilidad de que se repita una conducta realizada.
Durante el adiestramiento, usamos este refuerzo para recompensar las conductas que nos interesan, ya que, como ya se sabe, las conductas premiadas tienden a ser repetidas.
Cuando obtenemos el comportamiento deseado presentaremos el refuerzo para que el perro aprenda que la consecuencia de su conducta es la obtencion de la recompensa.




Los refuerzos positivos más efectivos son los llamados "primarios", que satisfacen las necesidades básicas: comida, contacto afectivo y la satisfación del instinto de presa.


Por lo tanto, el castigo negativo, es la desaparición o eliminación de algo bueno o positivo para el perro (refuerzo positivo).

El castigo positivo  se define como la aparición de algo aversivo para el perro (tirón de correa por ejemplo) para corregir una conducta en él. Si hay castigo positivo, posteriormente habrá refuerzo negativo, donde el perro ya ha comprendido las consecuencias de hacer un comportamiento determinado ( que no es deseado) y lo evita. Poniendo un ejemplo, si en el seguimiento, el perro se aleja de nosotros tiramos de la correa ( castigo positivo) y cuando se coloca al lado dejamos de tirar (refuerzo negativo) . Ha de ser de la intensidad suficiente para que el perro corrija su conducta ( nunca más de eso).
El refuerzo negativo debe ser aplicado de forma inmediata a la conducta correcta del perro para que este perciba el cese del estímulo aversivo. Como consecuencia inequívoca de la conducta que acaba de realizar.

Hay que recordar que los refuerzos  no tienen el mismo valor para cada perro, de modo que la comida puede ser un refuerzo muy potente para un perro pero con poco valor para otro. También hay que decir que si un refuerzo positivo determinado excita demasiado al perro tampoco se producirá el aprendizaje deseado. Hay que buscar un equilibrio, que le guste pero que no lo excite.
Y hasta aquí llegamos Patasigneros, espero que les haya gustado =) cualquier duda podeís contactar conmigo. Hasta el próximo post.
Enlace al primer post sobre aprendizaje http://patasigno.blogspot.com.es/2014/03/aprendizaje-y-condicionamiento-i.html

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