PATASIGNO


Educación canina básica, curiosidades y consejos del mundo del perro. Ocasionalmente hacemos vídeos en lengua de signos española

lunes, 23 de diciembre de 2013

Una verdad incómoda: El bozal


Hay muchos opositores al entrenamiento del perro con bozal. Muchas personas argumentan que amordazar a su perro es un castigo inhumano, es doloroso y puede restringir la capacidad de los perros para respirar. Sin embargo, amordazar a tu perro puede ser una herramienta útil en casos determinados como en el veterinario o para evitar que coja basura de las calles mientras lo estamos educando.
Los perros que no tienen problemas de comportamiento y tienen una buena educación sólo atacarán cuando se sientan amenazados, pero los perros maltratados o los que no han sido entrenados correctamente pueden representar una seria amenaza para otros perros y seres humanos. Al manipular a perros callejeros, agresivos o alguno que haya sido lesionado o tenga dolor grave, un bozal es la única cosa que te protegerá. Si bien no tienen que ser utilizados para entrenar a un perro, es recomendable acostumbrarlos a ellos por si surgiera una situación que justifique su uso.


 Muchas veces el uso del bozal es obligatorio. La legislación sobre tenencia de animales potencialmente peligrosos en España obliga a que estos canes utilicen bozal durante sus paseos.


Es el caso de las ocho razas que desde 2002 se consideran "potencialmente peligrosas". Usar bozal es norma para los propietarios de los siguientes animales: pit bull terrier, rottweiler, dogo argentino, staffordshire terrier, american staffordshire terrier, fila brasileiro, tosa inu y akita inu.

TIPOS: 

Existen dos grandes tipos de bozales: los de nylon y los de cesta.










Los primeros mantienen la boca del perro totalmente cerrada. El animal no puede morder, ladrar, comer o beber. Este tipo de bozal esta contraindicado
cuando hace mucho calor o cuando el animal va a realizar algún tipo de ejercicio físico, ya que tampoco permite jadear al animal. Suelen ser la mejor opción en los veterinarios.


El segundo tipo permiten al animal tener la boca abierta (aunque le impiden morder) y le dejan jadear. Como ventaja añadida hay que destacar el hecho de que los agujeros de la rejilla hacen posible entregar pequeños premios de comida.
A las personas suelen impresionarle más los perros que llevan este tipo de bozal por lo que funcionan muy bien cuando pretendemos disuadir a otras personas de que se acerquen a acariciar a nuestro perro o se aproximen a él con otro perro. En casos de animales con mucho miedo, mientras se trabajan ejercicios de desensibilización y contracondicionamiento para solucionar el problema, puede ser recomendable adoptar esta solución temporal.

Espero que les haya resultado útil este post =) ¡hasta la próxima!







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