¿Como perros y gatos?

Muchas personas son más de gatos que de perros o al contrario, otros prefieren un gato porque no requieren tanta atención como un perro u optan por un perro porque les gusta que los acompañe en recorridos al aire libre, se emocione cada vez que te vea, etc... Evidentemente tanto uno como otro quieren a su dueño, sólo que tienen una manera diferente de demostrarlo.

Hay personas que aman a ambos animales y tienen como mascotas ambas especies bajo el mismo techo pero...¿como lo consiguen?

"Se llevan como el perro y el gato". Este dicho es una de las expresiones sobre animales que, como muchas otras, no responden a la realidad. Hay perros y gatos que se llevan bien y otros, mal. El perro y el gato son distintos y es recomendable conocer las características y necesidades de cada uno para cuidarles mejor y ayudarles en su adaptación. El gato es un animal independiente, que necesita su propio espacio y no requiere paseos diarios para hacer sus necesidades o practicar ejercicio. Sí requiere un lugar donde afilarse las uñas y una bandeja donde hacer sus deposiciones. En cuanto al perro, es mucho más sociable, necesita mucho contacto con sus dueños y pasear varias veces al día.

Para una convivencia sin problemas lo ideal es que ambos se críen juntos de cachorros, al tiempo se harán amigos inseparables e incluso aprenderán a jugar juntos. Cuando esto no es posible y tienes, por ejemplo, un perro ya adulto y has pensado meter un gato antes se ha de pensar en ciertas cosas para evitar problemas futuros:

• El carácter de los animales influirá en que la convivencia sea más o menos satisfactoria, es decir, será mejor que no sean muy territoriales y sí dóciles y tranquilos.
  
• En principio, si fuera necesario porque hay algunos roces, se pueden delimitar zonas distintas para los animales (para dormir y comer).
  
• Hay que tener mucho cuidado con la administración de las dosis de cariño. Se deben repartir de manera equitativa.
  

Hay que tener en cuenta que si las mascotas son adultas este proceso de adaptación entre ellas será más largo. De cachorros es más fácil crear un vínculo amistoso, aunque no se puede generalizar de manera absoluta porque cada animal y cada caso son diferentes.

 

Si tienes un perro y quieres añadir un gato a tu hogar, tienes que socializarlo desde que sea un cachorro. El primer año, sobre todo las primeras 12 semanas, son fundamentales. Tienes que socializarlo con otros perros, gatos y mascotas, además de niños y otras personas. Es importante que lo socialices en muchos sitios distintos, al igual que en casa, que será donde más compartirá con el gato. Es la única manera para que juegue con otros animales y aprenda qué comportamiento es aceptable.